El Templo de los Eternos Suspiros ha sido, desde hace mucho, un objeto de orgullo de los vampiros de Montreal. El Sabbat, generalmente, construye sus refugios y lugares de reunión lejos de los ojos vigilantes de la humanidad, prefiriendo la intimidad de los cementerios y edificios abandonados, pasando por museos o rascacielos.
El refugio es una maravilla arquitectónica que rivaliza con otros de todo el mundo. Strathcona se siente muy orgulloso de su construcción: raptó a un famoso arquitecto Toreador de la Camarilla, François Dumas, y le forzó a diseñarlo. Encarcelado y torturado, sólo se le alimentaba una vez a la semana y fue obligado a dibujar los planos con su propia sangre en un pergamino de carne del que los Bibliotecarios aún guardan una copia. El resultado final fue una impresionante mezcla de arquitectura clásica y gótica que refleja el tormento que sufrió el arquitecto, antes de ser encerrado en una tumba de diseño propio; su pago por los servicios a la secta fue una eternidad en sopor.
El templo se caracteriza por techos altos y abovedados, adornados con efigies de vampiros y demonios. Cada pasillo, y muchas de las cámaras, están decorados con un friso continuo que muestra escenas del Libro de Nod y de la Espada de Caín. El lugar es tremendamente enorme. Formado no sólo por el mausoleo central, también contiene un gran número de pequeñas celdas naturales y cavernas esculpidas que están conectadas mediante una vasta red de túneles y galerías. Gracias a la construcción de la ciudad subterránea, el Sabbat puede alcanzar cualquier punto de la zona centro desde este refugio.
El Templo de los Suspiros Eternos es un lugar solemne y ominoso, aunque su belleza le aporta una cualidad de sublime. La extensa red de túneles, criptas y catacumbas está iluminadas por velas, aunque se han añadido recientemente luces eléctricas, ofreciendo luz a muchas áreas que habían permanecido bajo un manto de oscuridad durante siglos.
El Mausoleo: La cámara central tiene una cúpula que alcanza aproximadamente los 25 metros de altura. A lo largo de sus muros hay estatuas esculpidas que muestran ángeles, demonios y vampiros. La sala es lo suficientemente grande como para albergar a quinientos Cainitas y, generalmente, se llena durante la apertura de la Letanía. La habitación está coronada por una vidriera coloreada, que muestra la Gehena tal y como es descrita en el Libro de Nod; justo debajo se sitúa el trono del arzobispo, esculpido en huesos humanos por Dumas. El ligar está flanqueado por dos niveles de criptas a lo largo de tres de sus cuatro paredes. Las tumbas superiores son accesibles mediante dos escaleras de caracol que forman una balconada que domina el mausoleo, en cuya parte posterior está la entrada al cubil de los Ángeles Perdidos, la cofradía de Carolina Vález.
La Capilla de Caín: Situada a poca distancia del Mausoleo, es una de las cámaras más bellas del templo. Este pequeño templo dedicado a Caín cuenta con diversos altares donde los fieles pueden orar o meditar: cada Senda de Iluminación reconocida por la Secta cuenta con uno. También se encuentran aquí las Puertas de la Eternidad, la elaborada entrada de bronce a la Biblioteca Alexandrium (una colección de saber del Sabbat, vigilada por la cofradía de los Bibliotecarios).
El refugio es una maravilla arquitectónica que rivaliza con otros de todo el mundo. Strathcona se siente muy orgulloso de su construcción: raptó a un famoso arquitecto Toreador de la Camarilla, François Dumas, y le forzó a diseñarlo. Encarcelado y torturado, sólo se le alimentaba una vez a la semana y fue obligado a dibujar los planos con su propia sangre en un pergamino de carne del que los Bibliotecarios aún guardan una copia. El resultado final fue una impresionante mezcla de arquitectura clásica y gótica que refleja el tormento que sufrió el arquitecto, antes de ser encerrado en una tumba de diseño propio; su pago por los servicios a la secta fue una eternidad en sopor.
El templo se caracteriza por techos altos y abovedados, adornados con efigies de vampiros y demonios. Cada pasillo, y muchas de las cámaras, están decorados con un friso continuo que muestra escenas del Libro de Nod y de la Espada de Caín. El lugar es tremendamente enorme. Formado no sólo por el mausoleo central, también contiene un gran número de pequeñas celdas naturales y cavernas esculpidas que están conectadas mediante una vasta red de túneles y galerías. Gracias a la construcción de la ciudad subterránea, el Sabbat puede alcanzar cualquier punto de la zona centro desde este refugio.
El Templo de los Suspiros Eternos es un lugar solemne y ominoso, aunque su belleza le aporta una cualidad de sublime. La extensa red de túneles, criptas y catacumbas está iluminadas por velas, aunque se han añadido recientemente luces eléctricas, ofreciendo luz a muchas áreas que habían permanecido bajo un manto de oscuridad durante siglos.
El Mausoleo: La cámara central tiene una cúpula que alcanza aproximadamente los 25 metros de altura. A lo largo de sus muros hay estatuas esculpidas que muestran ángeles, demonios y vampiros. La sala es lo suficientemente grande como para albergar a quinientos Cainitas y, generalmente, se llena durante la apertura de la Letanía. La habitación está coronada por una vidriera coloreada, que muestra la Gehena tal y como es descrita en el Libro de Nod; justo debajo se sitúa el trono del arzobispo, esculpido en huesos humanos por Dumas. El ligar está flanqueado por dos niveles de criptas a lo largo de tres de sus cuatro paredes. Las tumbas superiores son accesibles mediante dos escaleras de caracol que forman una balconada que domina el mausoleo, en cuya parte posterior está la entrada al cubil de los Ángeles Perdidos, la cofradía de Carolina Vález.
La Capilla de Caín: Situada a poca distancia del Mausoleo, es una de las cámaras más bellas del templo. Este pequeño templo dedicado a Caín cuenta con diversos altares donde los fieles pueden orar o meditar: cada Senda de Iluminación reconocida por la Secta cuenta con uno. También se encuentran aquí las Puertas de la Eternidad, la elaborada entrada de bronce a la Biblioteca Alexandrium (una colección de saber del Sabbat, vigilada por la cofradía de los Bibliotecarios).
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